10 de junio de 2020

Tras casi tres meses de confinamiento, las autoridades aliviaban un poco mas las medidas de restricción , y nos permitían poder viajar entre Provincias.
Así que en cuanto pudimos preparamos la mochila con el neopreno y pensamos en un Barranco para celebrar la fase 3.
El elegido fue el barranco del fornocal, esta primavera que nos hemos perdido ha llovido mucho y prácticamente todos llevan agua.
Quedamos Maite, Pedro, Rubén, José y el que suscribe, a las 10:30 en Adahuesca , y nos pusimos de camino hacia Colungo. Dejamos el primer vehículo en el puente de las gargantas que salva el Barranco del Fornocal, por donde saldremos. Después de dejar el segundo coche en el pk 9, nos ponemos en marcha hacia la cabecera del barranco.
Las ganas disimulan el mal estado de forma tras el parón. Cuando llegamos al cauce discurre algo de agua cristalina y en el primer tramo nos tenemos que mojar los pies, antes de llegar al primer rapel el agua desaparece y sin llegar a saltar el rapel, y vuelve a correr después de este, buena señal, el barranco tendrá el agua justa para nosotros.
Son las 13:30 cuando nos disponemos a entrar, conscientes de que es tarde para entrar en un barranco, nos tranquiliza que el caudal es normal y sobre nosotros el cielo esta limpio.
El primer R10 esta seco, pero en su recepción hay una poza limpia, y el agua corre a partir de ella. El agua esta fría, o es la sensación después de tanto tiempo sin mojar el neopreno.
Progresamos sin prisa, disfrutando del paisaje que nos ofrece el Fornocal, abriéndose paso por las entrañas de Guara.
Su alternancia de tramos estrechos con zonas abiertas, no le hacen perder interés,combinando tramos deportivos, divertidos y bonitos.
El R10 antes de la surgencia, uno de los mas bonitos, da paso a el lugar mas espectacular del barranco, la surgencia. Este día estaba bastante activa, el agua surge entre la roca y el musgo, mostrando la grandeza de la naturaleza, y nos deja claro que nunca podremos ni si quiera imitarla.
La surgencia es un punto clave, ya que aquí se puede multiplicar el caudal, si ya viene fuerte desde el inicio, el barranco se puede complicar.
Hoy el agua empuja, pero lo justo para disfrutarlo con seguridad.
El Barranco esta exuberante de vegetación, se nota todo el tiempo que el hombre no ha pasado por aquí, dejando paso a la vida. La distancia del barranco, los rapeles y continuos pasos, hacen del fornocal un barranco deportivo.
El último tramo hasta el puente es andar un buen rato por el curso del río, hace unos meses hubiera pensado que este tramo esta de sobra, hoy es distinto, aquí no sobra nada, igual somos nosotros los que estamos de más,  y me deleitó de las imágenes y olores que la madre naturaleza nos regala.
Pasado el puente subimos el cueston buscando el sendero entre el conglomerado, son las 17:30 cuando llegamos al coche.