Muchas peticiones teníamos de aquellos que querían visitar este año esta vía ferrata, la más antigua de Aragón de estas dimensiones; para no hecerles esperar mucho comenzamos las actividades con ella, temerosos de que un día frío y nuboso nos aguara la fiesta, pero la climatología fue inmejorable. A las 08:00 horas quedamos en la puerta del club Marisa, Jorge, Juani, Mariano, Eva, Carlos, Elena y Miguel-Ángel. Partimos hacia el embalse de Badiello y allí se nos unieron Beti, Yessica, Juan Ignacio y Enrique. El entusiasmo crecía al comprobar la buena jornada que nos esperaba ya que los primeros rayos de sol nos calentaban mientras nos preparábamos en el aparcamiento. Tras un breve recordatorio de las medidas básicas de seguridad nos dirigimos al comienzo de la canal, distante unos cinco minutos. La primera pared a superar nos hace entrar en calor e ir distanciándonos un poco dada la angostura del trazado. Este estrechísimo barranco fue equipado en 1954 por miembros del club “Peña Guara” con 240 clavijas y cinco grapas para poder acceder con rapidez a las paredes del circo superior, muy populares en la escalada de aquella época. Recientemente se han repuesto las clavijas que faltaban e instalado un cable de vida en todo su trazado. Nosotros nos tomamos el recorrido con calma ya que un grupo tan numeroso hace muchos “estira-escoge” para comprobar el estado del grupo, comentar el trazado y reponer fuerzas. A mitad de recorrido una zona un poco más abierta y llana nos permite reagruparnos para afrontar el último trecho antes de llegar a la base del circo ciego de Liguerri. Un buen baño de sol y el disfrute de una magnífica vista antes de iniciar el descenso; un largo flanqueo conecta con un destrepe equipado y después otro flanqueo antes de tomar la senda que nos llevará de nuevo al aparcamiento. En condiciones normales el ascenso por las clavijas y el descenso por el flanqueo puede llevarnos de dos horas a dos horas y media, pero casi cinco empleamos nosotros; daba pena terminar por el primaveral día que disfrutamos. Buen comienzo para la temporada de ferratas, que promete mucho este año.

Fotografías de:

Miguel-Ángel López