La Z5 se encuentra en Candanchú a la derecha de la Zapatilla. Toda la información de la cavidad, incluida la topo está perfectamente documentado en el libro “Excursiones Subterráneas por el Pirineo aragonés” de Alejandro Martín Aliaga y Benito Mata Rodríguez, editado por Prames.
La cueva en su mayor parte es un estrecho meandro hasta llegar a la sala del Titanic, de considerables dimensiones y en la que se puede distinguir el barco y el iceberg. Se puede descender hasta el río para poder ver algunas formaciones, inexistentes hasta este momento. Es un recorrido de unas 3 horas y media, entretenido y sirve como iniciación a los meandros. Al ser una cavidad alpina es bastante fría, llevar ropa adecuada.
Aproximación
La aproximación comienza desde el parking de las pistas de ski de Candanchú. Tomando la pista principal, pasando por la derecha de una balsa y posteriormente por la izquierda de la caseta blanca de carabineros. Desde aquí se camina en sentido a la zapatilla hasta llegar a unos remontes, donde hay que girar a la derecha por una empinada ladera de hierba. Detrás de esta ladera se podrá ver la boca de la Z5. En total unos 45 minutos de aproximación.
A modo de referencia en la siguiente foto se ve como queda la boca respecto al tubo de la Zapatilla.
En la siguiente imagen se ha marcado con un circulo azul el bloque donde comienza la cuerda fija y con un círculo rojo la estrecha boca. La línea roja continua, es el trazado de la cuerda fija.
Acceso boca
Para acceder a la boca es necesario superar un tramo de cuerda fija. Es recomendable instalar nuestra cuerda encima de la existente. El primero puede progresar por la existente e ir instalando cuerda nueva.
Para acceder a la cuerda fija hay que hacer una fácil trepada en libre sobre un bloque (más fácil por la parte de atrás). Con una cuerda de 10m es suficiente para asegurar este paso y el primer tramo de cuerda, que es el pasamanos horizontal que sale dibujado en la foto. A continuación con una cuerda de 40m se instalará el resto. Son dos fraccionamientos verticales y tres tramos de pasamanos.
Con esto habremos superado el resalte de 15 metros que hay a la repisa y nos sitúa debajo de la boca, que la tenemos 6 metros por encima. Esta escalada y el resto de la cueva se encuentran instaladas con cuerda fija en buen estado y no es necesario poner la nuestra.
Recorrido
La entrada es estrecha y no caben más de tres espeleólogos juntos al inicio. A los pocos metros de entrar, veremos que hay una estrechez impenetrable por abajo. Hay que continuar por la parte alta del meandro durante unos metros hasta que ensancha y se puede destrepar cómodamente (unos 2.5 metros). La cavidad continúa por un bonito meandro con algún destrepe hasta llegar a uno de 4 metros instalado en fijo (spit a la derecha). Poco después se llega a un pozo de 10 metros que tiene dos opciones para bajarlo, un estrecho rapel o un pasamanos descendente. Ambos están en buen estado y recomiendo probar los dos, uno al subir y otro al bajar.
El nuevo nivel en el que nos encontramos es un meandro perpendicular al de arriba. Para continuar el recorrido hay que ir a la izquierda (mirando desde el meandro de arriba en el sentido que llevábamos). Puesto de otro modo, si hemos hecho el pasamanos, hay que ir hacia la cuerda del rapel.
El meandro hace una curva a derechas y a la vez que se estrecha gana en altura. Llegamos a una bonita zona un poco más ancha y encharcada debido al continuo goteo, para a continuación volverse a estrechar, hasta llegar a una losa empotrada ascendente, que da a una rampa de piedra suelta. Para superarla, es mejor subir un par de metros antes en oposición, para evitar trepar la losa desde abajo, que es demasiado estrecho.
Ahora nos encontramos en una pequeña sala, hay que ir por la parte de abajo, donde se ve una cuerda fija de color verde/amarillo instalada a un natural. Es una cuerda de nudos con hueco para los pies. OJO no confiarse, la cuerda deja entre una repisa y una caída de dos metros. Recomiendo anclarse a uno de los nudos de abajo antes de bajar la cuerda.
Estamos en una sección ancha de meandro, hay que estar atentos a un bloque, en el centro del camino, que se levanta diagonalmente hacia izquierda, es de un metro más o menos. Este es el punto donde se inicia una trepada de tres metros en oposición. Es más sencilla de lo que parece, hay que ir progresando hacia delante mientras se sube, doblar una barriga a la derecha y se llega a un rellano más cómodo. Aquí hay que superar una estrechez para llegar a la sala Titanic.
Se llega a la antesala, que tiene bastante goteo y desde donde se puede ver el iceberg. Continuando por lo evidente se llega a la gran sala donde se puede ver una cuerda ascendente (para llegar a las zonas en exploración) y al otro lado el Titanic.
Desde el centro de la sala y hacía abajo se puede llegar al río, hay que hacer una serie de destrepes por camino evidente pero con bastante piedra suela (ir con cuidado). La zona del río está muy embarrada, pero se pueden apreciar formaciones. Desde aquí podemos acceder a una pequeña sala, subiendo a una especie de visera/plataforma de barro gigante que hay en la parte de abajo y subiendo por la derecha.
Por la zona del río se puede curiosear varios recovecos coquetos, cuando hayamos terminado, solo queda el retorno.
Es una buena forma de adentrase en este macizo. Esperamos volver pronto para visitar otras cavidades de mayor envergadura.
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