Como los compañeros del S.I.R.E. de la U.E.C. del Prat de Llobregat estaban este fin de semana en la Sierra de Gudar-Javalambre en Teruel, nos unimos a ellos para visitar varias de las pequeñas cavidades que existen en la zona.

Con la reciente puesta en servicio total de la autovía A-23 Zaragoza-Valencia nos queda un poco más cerca esta zona de la provincia de Teruel. Nuestro destino era un Mosqueruela que resulto estar, por la ruta que nosotros elegimos, a 275 Kilómetros de Zaragoza. Tomamos la autovía hasta La Puebla de Valverde donde tomamos la A-232 y atravesamos Valbona, después Mora de Rubielos y posteriormente llegamos a Rubielos de Mora donde cogemos la A-1515 en dirección norte hacia Nogueruelas que atravesamos y continuamos hasta Linares de Mora donde cogemos la A-1701 hasta Mosqueruela.
Para llegar a la sima hay que coger un camino forestal a la izquierda unos dos kilómetros antes de llegar a Mosqueruela, en las cercanías del Pino del Letrado, y recorrerlo durante unos 5 kilómetros.

Una valla metálica rodea la boca de la sima, protegiéndola de posibles caídas y para que no se arrojen más basuras en su interior, práctica muy arraigada hasta hace unos años en muchas de las simas de nuestro país. Comenzamos la instalación de la vertical asegurando la cuerda en un pino cercano y reasegurandola en la base de la puerta de la valla, después encontramos a unos dos metros un spit en el comienzo de una rampa, otros dos metros por debajo aproximadamente existe otro spit y después llegamos a una pequeña repisa en la que se ve un parabolt de 10 en el suelo de la misma, este es el comienzo de la vertical, aunque en principio instalamos en el parabolt después cambiamos la instalación a un spit que hay un metro por debajo y que su lugar de colocación hace que la cuerda roce menos en la pared. Después de unos 15 m. de descenso por un tubo totalmente tapizado de musgo que nos deposita en la cumbre de una montaña de basuras. Con mucho cuidado descendemos por una rampa de escombros y todo tipo de desperdicios hasta que llegamos a la gran sala que constituye la totalidad del recorrido de esta sima. Para llegar al fondo de la sala hay que bajar por una gradera de piedras sueltas que a veces te hace perder el equilibrio, gentes del lugar nos dijeron que en el fondo de la sala habría un pequeño lago, pero en esta ocasión no fue así. Por otra parte nada mas bajar la rampa de basura a mano izquierda existe un paso estrecho que nos lleva directos a la parte contraria de la sala, también se aprecia, en este punto, una pequeña colada que baja desde el techo y que nos parece pudiera seguir aunque queda para otra ocasión ya que no disponemos de material de escalada. Después de tomar diversas fotografías salimos de la sima. Durante la desinstalación ocurrió un pequeño incidente, cuando se quitaba el último anclaje salió el spit junto con la chapa sin mayor esfuerzo, menos mal que era el primer fraccionamiento y que se esta de pie en la rampa sin mayor esfuerzo, analizando la situación llegamos a la conclusión de que la roca en esta zona es muy blanda y que el agujero donde estaba alojado era mayor de lo necesario. Allí quedo el agujero como aviso para los próximos que quieran entrar y que deberán instalar de nuevo esta cabecera.
El día lo completamos visitando pequeñas cavidades y surgencias de la zona como por ejemplo la Sima de la Curva de los Muertos en Mosqueruela, que es una pequeña diaclasa que se abre en el suelo con unas dimensiones en su boca de 1m. x 4m., ampliándose ligeramente en su interior, y su profundidad es de unos 10 metros. No existe instalación para su descenso y este se hace desde dos árboles, el más cercano a la boca es de poco porte y dudosa estabilidad. Lo más interesante que encontramos en su interior fue lo que nosotros creíamos una vieja granada de la guerra civil que estaba perfectamente colocada en un agujero de la roca, nosotros lo único que llegamos hacer fue fotografiarla y con mucho cuidado por si acaso.