El pasado mes de Junio la climatología resulto adversa y la lluvia nos hizo posponer la entrada a esta cavidad, sin embargo, este fin de semana con previsión de mucho calor y alerta por altas temperaturas parece propicio, pasaremos un día de canícula en un lugar realmente fresco.
El equipo formado por 9 personas (Raúl, Rafa, Javier, Jose Mari, Eduardo, Chusé, Chipi, Beti y Mª Jesús) nos reunimos el viernes por la tarde en el refugio de Fenales. El sábado estaba prevista la llegada de un equipo de espeleólogos del GEB con intención de continuar la escalada del pozo Diego Ferrer iniciada por este club anteriormente y otras tareas de exploración, por lo tanto será necesario establecer una estrategia dirigida a evitar la interferencia en los movimientos de los dos equipos dentro de la cavidad.
En este sentido, se decide instalar dos vías hasta el nicho que se convertirán en una única vía desde este punto hasta el fondo del pozo principal. A su vez nosotros configuraremos dos grupos con intención de agilizar la progresión. Uno de ellos instalará y por lo tanto bajará en primer lugar, disponiendo así de más tiempo para explorar y planificar actuaciones para posteriores visitas. El segundo grupo bajará después, de manera que al final de la mañana estemos todos en el fondo y quede la vía libre para el descenso de los compañeros del G.E.B. que se supone estarán listos después del mediodía. Puesto que ellos permanecerán en el interior varias jornadas, nosotros tendríamos libre la vía para la ascensión durante la tarde-noche.
Con esta planificación nos vamos a dormir. Sobre las 8,30 salimos del refugio hacia la boca de entrada. Tal y como estaba previsto, el primer grupo (Raúl, Eduardo, Jose Mari y Javier) instala y desciende. Dos horas y media mas tarde lo hacemos el resto (Chipi, Beti, Rafa, Mª Jesús y Chusé).
Destacar que el lugar es estupendo para estrenar cuerda, sobretodo en los tramos largos que permiten comprobar bien las propiedades de la misma y que deja muy satisfechos tanto a los veteranos como a alguno menos experto al que el porteo de un par de sacas le “facilita” imprimir cierta rapidez al descenso.
Por fin todos abajo disfrutamos del recorrido de la galería NE, desconocida para algunos, y donde pueden observarse algunas formaciones interesantes, en particular unos gours de apreciable tamaño. Los conocedores de la cavidad, cortésmente, nos presentaron a la familia de fantasmas que aloja el fondo de la galería, y nos pareció que lo que correspondía era hacernos la foto de grupo con ellos.
Iniciamos el retorno, pero al llegar al fondo del pozo principal comprobamos que los compañeros del GEB no han descendido todavía y, dado lo avanzado de la hora y con la sospecha de un cambio en sus planes, decidimos comenzar nuestra ascensión escalonada hacia el exterior. Puesto que somos 9 personas y esto nos llevara un tiempo, algunos van a visitar la galería SO para combatir el frío que ocasiona la inmovilidad de la espera.
Como la ley de Murphy no falla, pues evidentemente, y a pesar de todas las previsiones, al mismo tiempo que nosotros empezamos a subir los del G.E.B. empezaron a bajar. No obstante decir que la coordinación entre todos fue excelente y en un periodo aproximado de dos horas y media subimos 9 personas y bajaron otras 5. Estas últimas acompañadas de 10 sacas, algunas de ellas de un volumen y peso destacable.
Una vez de vuelta al refugio, coincidimos con un par de miembros del G.E.B. que iban a pasar también la noche allí y que, a pesar de que los despertamos, tuvieron la amabilidad no solo de no protestar sino de cambiar impresiones gratamente con nosotros mientras cenábamos.
Una jornada muy satisfactoria para todos, bueno……esto no ha acabado porque….habrá que desinstalar…..
Fotografías de:
José María Rey
Raúl García