Aquella mañana salimos desde Zaragoza Emilio, Rafa, Jesús y Beti hacia Aldehuela de Liestos. Allí nos esperaban Alejandro y Mamen. En el bar de Aldehuela echamos unos cafelillos y solicitamos la llave de la reja que preserva la Gruta del Romeral.
Nos dirigimos hacia la Cueva del Acederal siguiendo las indicaciones del libro Cuevas y Simas de la provincia de Zaragoza, y una vez que nos aseguramos de su correcta situación acudimos todos subiendo por la fuerte pendiente.
Decidimos comenzar la visita de la cavidad por el ramal que se abre hacia el oeste. El inicio es algo estrecho y nos obliga a progresar encogidos. En cuanto podemos ponernos de pie aparece sobre nuestras cabezas un estupendo puente de roca que usaremos para anclar la cuerda que nos ayudará a descender un pequeño pocete de cinco metros, estrecho en su cabecera (Comienza el festival de las risas).
Tras superar este P5 trepamos sin excesiva dificultad un resalte de unos 4m., y después tendremos que volver a agacharnos para superar el paso estrecho que antecede a un destrepe en el que puede no ser fácil encontrar los primeros apoyos.
Ahora ya sólo queda progresar cómodamente por unas salas preciosamente concrecionadas y reptar por la estrecha galería del barro.
Al volver sobre nuestros pasos, el último destrepe se transforma en una trepada que nos recuerda al Paso de la Bellota en la Cueva del Muerto, y el resalte de 4 metros se nos antoja algo delicado al acometerlo de bajada y ya sólo hay que ascender el P5 estrecho en su cabecera (En este momento las risas y carcajadas son todavía más escandalosas).
De nuevo en la boca de entrada de la cueva nos vamos a visitar la parte este de la cavidad. Tras 5 metros de estrecha galería encontramos el también estrecho acceso al P16. Instalamos la cabecera en robustos anclajes naturales y durante el corto descenso tenemos que estar muy atentos a la colocación de protectores para la cuerda y desviadores, también en naturales.
No recordaba tan bonita esta pequeña sala en la base del pozo. Los que lean este “tan bonita”, que tampoco se esperen ver la Capilla Sixtina de los espeleotemas, pero como esto de la belleza y los gustos es muy subjetivo, yo quedé fascinada con los dientes de sierra calcita cristalizada y pequeñas formaciones blancas.
A remontar, a recoger, hacia fuera, y “pabajo”.
Ya en los coches toca quitarnos el mono exterior, echar un arranque, y dirigirnos hacia la Gruta del Romeral.

El Acceso hacia la Gruta del Romeral está muy bien señalizado desde el pueblo, además de ser una cavidad que Aldehuela publicita orgullosa como “Iluminada y gratuita”.
Mamen saca de su bolsillo la llave del candado que con una cadena cierra la reja que hay en la entrada de la cavidad a través de un P7 acondicionado con grapas y cable de vida.
Ya en el interior nos sorprendemos de la cantidad de formaciones que contemplamos y comprobamos tristes que efectivamente en el pasado muchos visitantes se llevaron un recuerdo 🙁
Aunque la cavidad apenas cuenta con unos 50 metros de desarrollo da para entretenernos un buen rato, pero tenemos que salir, dejarlo todo como estaba, o mejor, y devolver las llaves.
En el bar de Aldehuela de Liestos nos esperaban con una sonrisa, la estufa de pellets para templarnos, y la sartén en el fuego para ayudarnos a reponer fuerzas alimentándonos al estilo de comida en casa de mamá. Muy rico todo, muy bien servido y en un ambiente muy acogedor. Muchas gracias.

Este es el track que grabamos. Usálo con responsabilidad (para ti, lo único fiable al 100% es tu criterio)
https://es.wikiloc.com/rutas-espeleologia/acceso-gruta-romeral-16345095

Texto: Beti
Fotografías: Beti, Emilio y Jesús Mª