Dieciséis espeleólogos nos reunimos esta vez para hacer lo que más nos gusta en la naturaleza, hemos pasado un maravilloso fin de semana de cuevas y compañerismo. El punto de reunión fue el refugio que hay en la cabecera de Embalse de Belsué, desde aquí nuestro agradecimiento a Peña Guara de Huesca, propietarios del mismo, por haber nos lo dejado para esta actividad. El viernes por la noche llegaron los primeros espeleistas, seis procedentes de Cataluña y dos oscenses de Barbastro y Binefar, y el sábado por la mañana llegamos el resto tres procedentes de Monzón, uno de Jaca y cuatro desde Zaragoza; de los cuales once son miembros del GEXXI del que podemos decir es la agrupación de espeleólogos más dinámica que actualmente existe.

La Sima Esteban Felipe la visitamos prácticamente todos los años, y cada vez que lo hacemos descubrimos alguna cosa nueva e interesante, este año y debido a la abundancia de lluvia y nieve hemos vuelto a ver los gours con agua que hacia tiempo que estaban secos. Esta Sima por su cercanía a Huesca y a Zaragoza debería de convertirse en una escuela de espeleólogos, ya que sus características la hacen ideal para practicar muchas de las técnicas que empleamos, pero lamentablemente la excesiva burocracia que se necesita para su visita y la falta de mantenimiento en sus instalaciones lo hacen difícil y peligroso, aunque esto último parece que se puede solventar en breve ya que los compañeros del Espeleo Club de Gracia están topografiando de nuevo la cavidad y posteriormente la reinstalaran, como ya saben y aunque nosotros somos pocos si nos necesitan allí estaremos.
Con tanta gente es un poco difícil organizar la actividad y más en este caso que había poca gente que se conocía la sima. Hicimos dos grupos el primero instaló la vía clásica, después de descender el pozo de entrada continuamos por pozo rampa de unos 40 m., a partir de aquí la cavidad esta toda equipada aunque hay que desconfiar un poco ya que la instalación y las cuerdas son viejas, inmediatamente ascendemos unos 3 m. y atravesamos con la ayuda de un pasamanos la cabecera del pozo que lleva a la cota -107 m., después llegamos a un balcón sobre una gran sala donde habíamos quedado con el otro grupo que llego a esta misma sala visitando primero la sala de los Sumideros, la sala Joaquín Campo y atravesando la gatera c.s.j. hasta llegar unos metros por encima del balcón antes mencionado. Ya todos juntos continuamos por Las Capillas hasta llegar a otra sala donde encontramos un nacimiento y una cuerda que se dirige hacia la Galería del Sifón, pero nosotros continuamos por la derecha de la sala hacia el Tobogán de Barro que a más de uno le supuso un resbalón, por cierto la primera cuerda no llega hasta el final del primer tramo de rampa y al ascender por ella se puede quedar en una repisa intermedia por lo que se puede hacer muy difícil a los compañeros que vienen detrás alcanzarla, después varias rampas y un pozo de unos 8 m. atravesamos una gatera y llegamos a la Sala de la Campana continuando por la galería hasta llegar a la zona denominada Plaza del Vivac donde existe una cuerda que asciende hacia la Gatera de las Flores que decidimos no tomar ya que esta siempre repleta de agua y es muy difícil de vaciar, en este punto paramos a comer y descansar un poco. Una vez re emprendimos la marcha la galería empieza a reducirse de tamaño obligándonos a reptar en algunas ocasiones, ascendimos unos tres metros y llegamos a una diaclasa en vertical bastante delicada de atravesar aunque solo hubo uno de nosotros que no lo logro. La primera parte tiene una longitud de unos diez metros y nos obliga a pasarla por su parte superior ya que es la zona más holgada, después se ensancha lo suficiente para poder andar pero rápidamente se vuelve a estrechar obligándonos a reptar por un suelo de fango hasta un punto en que nos ponemos de pie y continuamos a duras penas (la cabeza no se puede girar con el casco puesto) hasta que nos encontramos con un pasamanos que nos deja en la mitad del pozo que en su base hace la mayor profundidad de la sima -123 m., ni que decir tiene que para acceder hasta aquí es imprescindible llevar colocados los aparatos y hay que tener en cuenta que resulta muy complicado llevar sacas grandes, desde aquí ascendemos por el pozo con la ayuda de una cuerda en fijo hasta llegar a su parte superior. Desde aquí vemos varios pasamanos y cuerdas que ascienden a galerías superiores pero nosotros tomamos una galería que nos han dicho se llama de la soledad que tiene unas considerables dimensiones y en otra época tiene el suelo de arena aunque ahora era barro, la recorremos y poco a poco el techo va bajando hasta que nos obliga a reptar y como es todo barro decidimos no continuar y regresar hasta el comienzo de la misma donde subimos a una pequeña sala con el suelo muy resbaladizo y que gracias a una grieta podemos alcanzar una cuerda fija que sube unos diez metros y que resulta estar mal instalada siendo un factor 2, aunque intentamos arreglar la cuerda esta petrificada y es imposible deshacer el nudo, de aquí parte una pequeña galería que termina en el gran pozo que hemos subido desde la diaclasa y también hay una rampa que asciende hasta otra pequeña sala donde nos encontramos una cuerda que nos ayuda a subir una rampa muy resbaladiza aunque solo llega hasta la mitad de la misma y posteriormente llegamos a una ventana en un pozo a unos diez metros de su base y en la que nos encontramos una cuerda que viene desde arriba, asciende uno de nosotros por ella y se da cuenta que es una auténtica trampa ya que el reaseguro de la misma esta dos metros por debajo del anclaje de la cuerda y además el spit de esta no merece ninguna confianza, con esto y que la galería a la que conduce no nos da un solo agarre para trepar a ella decidimos desistir y regresar hacia el exterior a por una buena cena y mejor sobremesa con todos los compañeros.

El domingo nos levantamos sin mucha prisa ya que la intención era pasar una mañana relajada por los alrededores, después de desayunar nos pusimos los monos embarrados del día anterior y empezamos a descender las escaleras que llevan hasta la presa de Belsué y más o menos hacia la mitad de ellas esta la Cueva de la Ártica La boca es una grieta vertical en la que agachándote por su parte inferior entramos a una galería de fácil transito que en pocos metros va remontando hasta una pequeña sala de donde parten varias ramificaciones alguna de ellas con bastantes formaciones, allí estuvimos recorriendo todos sus rincones para ves si encontrábamos alguna continuación. Descubrimos una diaclasa inclinada en cuyo fondo parecía tener alguna posibilidad de continuación pero había que desobstruir para comprobarlo y como no corría aire decidimos dejarlo, también encontramos otra pequeña boca pero por su tamaño solo es apta para ratones u otros animales. Poco a poco fuimos saliendo hacia el exterior y todos juntos descendimos las escaleras hasta la pista que conecta con el Embalse de Cienfuens, la recorrimos hasta llegar a uno de sus túneles en donde unos cuarenta metros por encima se encuentran las bocas de la Cueva del Toro. Subimos hacia la boca de mayor tamaño cuyo techo esta lleno de hollín de haber hecho infinidad de hogueras ya que la boca es tan grande que ha servido de refugio a nuestros antepasados y sus animales. Nada más atravesar la boca la galería se reduce de tamaño considerablemente hasta el punto que debemos de reptar unos metros, poco a poco vamos incorporándonos y la galería continua su ligero ascenso hasta un punto en el que es necesario trepar unos cinco metros para posteriormente descenderlos por una colada que nos deja en la sala principal, a nuestra derecha dejamos la galería que sale de la cueva por la otra boca y continuamos dando la vuelta completa por el perímetro exterior de la sala, hacemos las fotos de rigor y nos salimos por la otra boca que es una grieta en la pared a unos cien metros de la boca principal y más o menos a la misma altura.
Como ya habíamos hecho ganas de comer decidimos no seguir visitando pequeñas cavidades que hay en la zona y regresar al Refugio para comer y charlar, posteriormente limpiamos y recogimos todo y partimos cada uno hacia nuestros lugares de origen. En resumen un fantástico fin de semana que esperemos se vuelva a repetir muy pronto.

Fotografías de:

Miguel Ángel López
Raúl García